“Exigimos la aprobación parlamentaria de la prórroga por 50 años de las asignaciones específicas destinadas al sostenimiento de las industrias culturales. No permitamos el apagón cultural. Cuando a un trabajador de la cultura no le es posible expresarse, también está en peligro la vida en democracia. Y esta es la situación que atravesamos, esta vez no por censuras, amenazas ni persecuciones, sino por el descontrolado, injustificable manejo de la inflación, por obra del poder financiero, que además de los artículos de primera necesidad, también afecta a la edición de libros, música, producciones audiovisuales, etc. Y lleva sus costos a límites inalcanzables para la mayoría de los trabajadores de la cultura. Por ello, reclamamos al Gobierno Nacional, una actitud más firme frente a los especuladores... exigimos la decisión política de tomar medidas concretas, aplicar las leyes (que existen) que pongan freno a estos empresarios delincuentes”, sostiene el manifiesto del XXX Encuentro Nacional de Poetas, Escritores y Cantautores “Manuel Aldonate”, que concluyó hace unos días en Monteros.
El texto, redactado por Rubén Amaya (Tucumán), Mario Salim (Salta), Natacha Mell (Buenos Aires), Diego Castro (Neuquén), Melcy Ocampo (Santiago del Estero), Hugo Rivella (Córdoba), Constanza López Queralt y Pablo Carabajal (Santiago del Estero), Guadalupe Albornoz (Tucumán), también se refiere al intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina de Kirchner. “Más allá de su filiación partidaria o de su cargo, este atentado se produce contra la vida en democracia, contra la coexistencia pacífica, contra la institución del Estado… Repudiamos toda manifestación de odio a un semejante, y mucho más, toda acción violenta para imponer ideas. Convocamos a las mayorías de nuestro pueblo, desde la poesía y la canción, a abandonar la comodidad de observadores y convertirnos, cada cual desde su lugar y posibilidades, en actores decisivos en defensa de la vida y la paz en democracia. Que aquello de ‘el amor vence al odio’ no sea sólo una consigna, sino una bandera para enfrentar y vencer a los odiadores”, señala la declaración.
El manifiesto condena la violenta represión del Gobierno Nacional en Villa Mascardi contra mujeres embarazadas e integrantes de la comunidad Lafken Winkul Mapu, desalojados de tierras que reclaman como propias. Hace un llamamiento a los poetas, escritores y cantautores del país, en especial a los colectivos organizados, comprometidos con lo social, a generar redes, ámbitos y actividades que contribuyan a la construcción de la soberanía cultural.